Ya han transcurrido unos meses desde el estreno de 'Amor en defensa propia', en la que firma la dirección, el guión y la música. ¿Ha cubierto las expectativas?
'Amor en defensa propia' la rodamos con todo nuestro cariño. El resultado nos llenó de orgullo. Me quedé contento por la reacción que generó en la gente, aunque en cartelera tuvo pocas oportunidades, como suele ocurrir a las películas españolas. No duró mucho ni hizo demasiada taquilla. Fue un pequeño disgusto, pero luego noticias como la de este premio que da el público te levantan el ánimo. Te das cuenta que la película sigue ganando adeptos.
En el centro aparece el amor como factor que saca lo mejor y peor de las personas.
Sí. Es la historia de amor de dos personas que rondan los cuarenta años y que han ido dando tumbos por la vida, pero que encuentran una última oportunidad para remontar el vuelo. Lo hacen con toda la ilusión e inocencia, lo que pasa es tienen un bagaje de mentiras pesado y les cuesta mucho librarse de esa carga. Es un relato sobre el poder del amor para transformarnos y sacar lo mejor de nosotros.
¿Le ayudó a sacar el proyecto ser un cortometrajista de reputada trayectoria?
Gané el Goya con 'Nada que perder' y es cierto que me facilitó la tarea. 'Amor en defensa propia' salió de un concurso de Universal Studios para óperas primas. El premio era un millón de euros para la producción de una película. Así fue todo más sencillo, ya que en la realidad es muy complicado sacar adelante un largo.
¿El actual es un buen momento para debutar en el terreno del largometraje?
Es un momento malo en general, en el cine español y hasta en el internacional. No corren buenos tiempos para nadie. Para la gente que está empezando es particularmente difícil, a pesar de que hay mucho talento. Talento hay, oportunidades no tantas.
Entre la última hornada de cineastas, ¿detecta elementos comunes?
Es complicado. Cada uno tenemos nuestra propia mirada y forma de hacer cine. Sí que es cierto que están saliendo últimamente directores con mucha personalidad y con una visión propia.
De cara a proyectos futuros, ¿seguirá explorando el campo de los sentimientos?
Imagino que hay gente que habrá visto mis cortometrajes y pensará que hay características comunes con 'Amor en defensa propia'. Voy a seguir esa senda. Tengo un par de proyectos en marcha que espero rodar pronto. Me sigue interesando el cine de sentimientos y emociones. El hecho de ganar un premio como el de ALCINE significa que no voy por mal camino.