Su corto retrata la importancia que tienen las apariencias y las normas no escritas en la sociedad actual, ¿de dónde surge este interés?
Mi amigo Huldar Breidfjord, creador del guión, me contó que cuando era niño deseaba tener unos pantalones de piel de tigre. Finalmente, sus padres le compraron un par y estaba muy feliz. Pero entonces, cuando los llevaba puestos por primera vez e iba andando hacia el colegio, un terrible sentimiento de incertidumbre le atacó y empezó a dudar sobre si el resto de la gente pensaría que sus pantalones eran tan 'cool' como él creía. Creo que la idea surgió de ese sentimiento original.
En 'Rattlesnakes', un hombre de mediana edad decide cambiar su vida comprándose unas botas de cowboy.
Éste es el principal foco de tensión de la película y el acto que da comienzo al extraño conflicto. Sin él no hubiera existido ninguna historia que mereciera ser contada.
Ha dicho que la película pretende ser un homenaje a aquellos que se atreven a ir contracorriente. ¿Llevar esa actitud equivale casi a un suicidio social hoy en día?
Desgraciadamente, a veces lo es. Es por eso que algunas personas tienen miedo a dejar que sus sueños se cumplan, ya que temen las opiniones de los demás. Esto suele conducir a una realidad amarga y a ilusiones rotas. Así que, por favor, inténtenlo. De lo contrario, siempre se arrepentirán.
¿Qué importancia tiene el trabajo actoral en su proyecto?
Mucha, ellos son el alma del cortometraje.
¿Qué supone haber recibido el máximo galardón en ALCINE?
Mucho dinero… Hablando en serio, es un gran honor ser premiado con este galardón en un Festival tan prestigioso. Muchas gracias.
El año pasado, otro corto islandés ('Braedrabylta', de Grimur Hakonarson) logró el tercer premio en ALCINE. ¿Es la industria cinematográfica islandesa una gran desconocida con mucho por enseñar?
Sí. En unos años podrán leerse cosas sobre 'La ola islandesa' (no podemos hablar de 'nueva ola' porque nunca ha habido una anterior) en los medios de comunicación.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy trabajando en la escritura de algunos guiones y en la preparación de una miniserie de seis capítulos para la Televisión Islandesa con Huldar Breidfjord. La financiación estaba casi lista cuando todo se hundió en Islandia por el colapso del sistema bancario. Espero que podamos comenzar la producción el próximo año, pero por ahora somos un país tercermundista y es difícil encontrar el dinero necesario.