Pareja de clase medio-baja, del extrarradio madrileño y una jerga muy particular. ¿Dudó a la hora de elegir ese perfil para los protagonistas?
Lo tenía muy claro desde el principio. Quería hablar del estado de la pareja hoy en día. Elegí ese envoltorio para hablar de algo muy general.
¿Hay gente que se reconoce en los dos personajes protagonistas?
Hay mucha gente, incluso muy joven, que me ha dicho "la historia de 'Heterosexuales y casados' es la mía". Es la historia del amor-odio, del "te quiero pero no puedo estar contigo".
¿Tuvo miedo de entrar en la parodia al retratar a esos dos personajes?
El guión es muy divertido, pero no trabajé con los actores desde la comedia. Ellos no se ríen de los personajes, sino que los defienden a muerte. Creo que por eso funciona.
"El amor ha muerto. Con la entrada del nuevo milenio todo cambió". Dos frases duras. ¿Tan radical contempla el fin de una época?
Yo soy muy optimista. Hablo de que las fórmulas de nuestros padres ya no funcionan y de que vamos hacia delante sin saber muy bien cuál es el nuevo modelo de pareja o de familia. El problema de la pareja siempre se echa al otro cuando a lo mejor está en uno mismo.